Abscesos y fístulas: diferencias y similitudes

Un absceso perianal es un acúmulo de pus en la zona de piel que está alrededor del ano y el recto. Es doloroso y suele ser la manifestación inicial de una infección(que se puede continuar como un proceso crónico de difícil tratamiento) o terminar como una fístula anal.

La fístula (también llamada fistula perianal o fistula anorrectal) es una complicación asociada a un absceso previo en la que se crea un conducto anómalo que comunica dicho absceso (dentro del canal rectal o anal) con la piel que está alrededor del ano o con el recto de nuevo, por la que se puede acumular o mover materia fecal. Esta última es menos frecuente que la primera pero tiene una mayor prioridad de tratamiento médico, debido a que pueden ocurrir complicaciones aún peores como por ejemplo, una infección anorrectal severa, que podría poner en peligro la vida del paciente de no tratarse adecuadamente.

¿Qué es una infección anorrectal?

La infección anorrectal es la presencia de bacterias patógenas dentro de las paredes del ano y del recto, como consecuencia a una invasión de gérmenes propios de las heces (de las cuales la más importante es la Escherichia Coli) al haber una “puerta de entrada” como una lesión, una herida o una glándula mucosa por la que puedan acceder.

Estas infecciones suelen comenzar de forma aparentemente inofensiva, con algo de picor o molestias al defecar pero, posteriormente pueden desencadenar procesos inflamatorios con acumulación de pus.

¿Puede un absceso perianal desencadenar una infección más grave?

Una infección anorrectal es una patología en la que pueden estar implicadas cierta cantidad de bacterias diferentes, dentro de las que se destacan: Escherichia Coli, Proteus Vulgaris, Bacteroides, Estreptococos y Estafilococos.

En condiciones normales, estas bacterias forman parte de la flora habitual de los intestinos, ayudando en la degradación final de las heces y en el mantenimiento de la función gastrointestinal. Algunas de ellas proveen vitaminas esenciales para el organismo, como la vitamina D3.

Pero en una infección localizada, como durante una infección anorrectal, estas bacterias pueden viajar por el torrente sanguíneo y depositarse en otros órganos del cuerpo, produciendo serias complicaciones:

  • Que es una infección de las capas de tejido que recubren el sistema nervioso, puede desencadenar cuadros neurológicos tan complicados como convulsiones.
  • Endocarditis, o infección en la capa más interna del corazón.
  • Neumonía.

Estas infecciones, si bien son muy poco frecuentes, tienen una mayor tasa de complicaciones. Por esta razón, las infecciones del ano y del recto no deben tomarse a la ligera, las complicaciones podrían ser en el peor de los casos, fatales.